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La sorpresiva declaración de la ley marcial desató protestas masivas frente a la Asamblea Nacional, donde miles de ciudadanos permanecieron en vigilia a pesar de las bajas temperaturas. Desde adolescentes hasta personas mayores, los manifestantes entonaron el himno nacional mientras exigían la dimisión del presidente. “Esto ha sido un intento sin sentido de destruir la democracia surcoreana”, expresó a EFE Kim Seung-ho, un empresario de 60 años presente en la manifestación.
El posterior giro de 180 grados de Yoon provocó júbilo entre los manifestantes, quienes celebraron la decisión parlamentaria que obligó al mandatario a revocar la medida.
Contexto político y militar
La ley marcial, una medida que no se implementaba en Corea del Sur desde los años 80, permitió inicialmente el despliegue del ejército bajo el mando del general Park An-su, quien prohibió “todas las actividades políticas”. Yoon justificó su decisión alegando amenazas de Corea del Norte y acusando al Parlamento de ser “una guarida de dictadura legislativa”. Sin embargo, no se ofrecieron detalles concretos sobre dichas amenazas.
El rechazo a la medida fue inmediato y generalizado, incluso dentro del propio partido gobernante. Han Dong-hoon, líder de la formación conservadora de Yoon, calificó la decisión de “equivocada” y aseguró que trabajaría junto a la ciudadanía para bloquearla.
Impacto en las relaciones internacionales y la economía
La declaración de la ley marcial fue ampliamente criticada en el ámbito internacional. Estados Unidos, principal aliado de Corea del Sur, expresó su preocupación y confirmó que no fue informado previamente de la decisión. “Estamos seriamente preocupados por los acontecimientos en la República de Corea. El presidente Biden ha sido informado y estamos monitoreando de cerca la situación”, señaló un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Por su parte, la ONU manifestó estar siguiendo “con preocupación” la situación, mientras que China instó a sus ciudadanos en Corea del Sur a actuar con cautela.
En términos económicos, la moneda surcoreana, el won, sufrió una caída de hasta un 3 % frente al dólar tras la declaración de la ley marcial. No obstante, la votación parlamentaria y el anuncio de su levantamiento moderaron la caída al 1.5 %, según datos de Bloomberg.
Un presidente en crisis
La controvertida decisión y su posterior revocación dejaron a Yoon en una posición política comprometida. Con índices de popularidad ya bajos, el mandatario enfrenta críticas tanto dentro como fuera de su partido. Este episodio marca un punto de inflexión en su mandato, que se ve afectado por crecientes tensiones internas y externas.
El levantamiento de la ley marcial pone fin, al menos temporalmente, a un episodio que reavivó los fantasmas del pasado autoritario de Corea del Sur y reforzó la importancia de la democracia parlamentaria en el país.