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Bangkok. – El budismo tailandés atraviesa uno de sus momentos más controvertidos tras destaparse un escándalo sexual y de extorsión que ha provocado la expulsión de varios monjes de alto rango y puesto en debate el tratamiento legal de las relaciones sexuales dentro del clero.
El epicentro del caso es Wilawan Emsawat, alias “Golf”, una mujer de 35 años arrestada en las afueras de Bangkok tras ser acusada de haber mantenido relaciones sexuales con líderes religiosos, grabado encuentros íntimos y luego extorsionado a los involucrados con la amenaza de hacer públicos los videos. La policía incautó cinco teléfonos móviles con contenido explícito en el momento de su captura.
Las autoridades afirman que Emsawat recibió millonarias transferencias bancarias a cambio de mantener la discreción, algunas de las cuales habrían provenido directamente de fondos de templos. Nueve monjes han sido expulsados y al menos dos permanecen prófugos, entre ellos el influyente Phra Thep Wachirapamok, quien huyó a Laos luego de que su relación con Emsawat se hiciera pública.
El caso ha desatado un debate nacional. Algunos sectores del Senado tailandés proponen endurecer la legislación para penalizar las relaciones sexuales entre mujeres y monjes, medida criticada por defensores de derechos civiles por considerar que culpabiliza a las mujeres y deja a los religiosos como víctimas.
El jefe de la investigación policial, general Charoonkiat Pankaew, subrayó que el objetivo es “proteger la confianza en el budismo”. Mientras tanto, el rastro económico dejado por Emsawat, con movimientos financieros superiores a los 10 millones de dólares, abre interrogantes sobre el manejo del dinero en los templos.
El caso continúa abierto, mientras crecen las voces que exigen una reforma profunda del sistema religioso y mayor control sobre el uso de las donaciones en Tailandia.