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Como parte de su misión de velar por la estabilidad del sistema financiero, la Superintendencia de Bancos (SB) puso en marcha un nuevo marco de supervisión bancaria basado en riesgos, que robustece los mecanismos de vigilancia y alerta temprana.
De esta manera, la institución alcanza la meta estratégica de dejar atrás la supervisión basada en el cumplimiento, para implementar un modelo basado en riesgos, el cual presenta un mayor alcance, dado que se fundamenta en una visión prospectiva.
Entre las mejoras aplicadas al marco de supervisión, se encuentran la incorporación de nuevos principios de buenas prácticas bancarias, la ampliación de los criterios de evaluación de perfiles de riesgos de las entidades, la calificación de prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo como actividad significativa y la inclusión de la liquidez como recurso financiero, entre otros.
El marco fue presentado durante un seminario virtual, encabezado por el superintendente de Bancos, Alejandro Fernández W., en el que participaron 508 representantes de las entidades de intermediación financiera supervisadas y gremios que las agrupan.
Esta metodología se fundamenta en un enfoque proactivo en lugar de uno reactivo, tomando en cuenta la evaluación del impacto de los riesgos y la probabilidad de que se materialicen.
“Con la madurez de los procesos que estamos implementando, se obtendrán grandes beneficios relacionados con el valor agregado de la supervisión y la incorporación de prácticas bancarias alineadas a los estándares internacionales del más alto nivel”, afirmó en la actividad Elbin Francisco Cuevas, subgerente de Supervisión de la SB.
Para la mejora de la metodología de supervisión, cuya versión anterior databa de 2013, la SB contó con el acompañamiento del Toronto Centre, institución de referencia internacional en el ámbito de la supervisión bancaria.
Además de la actualización del marco, se desarrolló un amplio programa de capacitación de los equipos técnicos de la institución.
Este ambicioso proyecto incluyó la implementación de un programa piloto que se extendió desde mayo a agosto de 2023, en el que participaron un banco múltiple, una asociación de ahorros y préstamos y un banco de ahorro y crédito.
Para su desarrollo, la SB conformó el Grupo de Metodología e Implementación (GMI), cuyo rol consiste en mantener actualizados los criterios, las guías y otros documentos necesarios para llevar a cabo una supervisión efectiva y promover las buenas prácticas bancarias.
El marco de supervisión actualizado se encuentra disponible en el portal web de la SB.