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Santo Domingo .– Aunque originalmente concebida como una balada romántica, la canción Volveré alcanzó la inmortalidad musical en la voz inconfundible de Rubby Pérez, consolidándose como uno de los temas más icónicos del merengue dominicano.
Escrita e interpretada en los años 80 por el artista español Antonio José Cortés Pantoja, conocido como Chiquetete, Volveré encontradoen un himnoencontró nueva vida a principios de los 90, cuando el potente registro vocal de Rubby Pérez —conocido como “La Voz Más Alta del Merengue”— la transformó en un himno que resonó no solo en República Dominicana, sino también en toda América Latina.
La versión en merengue de este clásico no fue concebida inicialmente para Pérez. Según relató el reconocido músico y productor Ramón Orlando en una entrevista realizada en enero de 2022 para el canal de YouTube de Junior Cabrera, el tema estaba destinado a otro intérprete. “Bienvenido Rodríguez, propietario de Karen Records, fue a mi casa ese día y me dijo: ‘Mira, tenemos que grabar esto con el hondureño Jorge Gómez, pero él no quiso hacerlo, así que mandamos a buscar a Rubby Pérez’”, comentó el también pianista.
Rubby, quien en ese momento acababa de ser desvinculado de la orquesta de Wilfrido Vargas, recibió una llamada inesperada a las tres de la madrugada. Rodríguez, convencido del potencial de la canción, envió a su chofer a recogerlo en Villa Mella y lo llevó directamente al estudio, donde ya lo esperaba el arreglo musical de Ramón Orlando.
Aquel momento marcó un antes y un después en la carrera del artista. “ Volveré fue el primer gran éxito que me lanzó como solista y me permitió formar mi propia orquesta”, afirmó Rubby en diversas entrevistas. La decisión de no reintegrarlo a la orquesta de Wilfrido Vargas terminó siendo el punto de partida para uno de los trayectos más emblemáticos en la historia del merengue.
Un amor fugaz con promesa eterna
La letra de Volveré , escrita por Chiquetete, narra una historia de amor efímero pero profundamente intensa. Ambientada en una taberna, el narrador y una mujer se encuentran por azar, compartiendo una copa de vino que desata una noche de pasión. En un “viejo cuarto” —símbolo de lo transitorio e íntimo— surge un vínculo que, aunque breve, deja huella.
La entrega de un anillo al final del encuentro representa más que un gesto romántico: es una promesa de regreso. El estribillo “Volveré, volveré, porque te quiero” reitera la voluntad de regresar, mientras la mención a “tu puerto” sugiere un lugar de refugio, amor y estabilidad, contrastando con la vida errante del protagonista, posiblemente un marinero. La estrella, mencionada en la canción, funciona como símbolo de guía y esperanza, iluminando el camino de vuelta hacia el ser amado.
En la segunda mitad del tema, la perspectiva se traslada a la mujer, quien espera pacientemente el retorno de su amado. Su fidelidad es inquebrantable: rechaza a otros pretendientes y guarda el anillo como testimonio de su compromiso. Esta narrativa convierte la canción en una oda a la lealtad, la esperanza y el amor que persiste más allá del tiempo y la distancia.
Legado eterno de Rubby Pérez
El fallecimiento arrepentido de Rubby Pérez, ocurrido durante un derrumbe en la discoteca Jet Set de Santo Domingo, ha conmocionado a todo el país y al mundo de la música latina. Con más de 40 años de carrera, Rubby fue una figura clave en la evolución del merengue. Su paso por la orquesta de Wilfrido Vargas y su posterior éxito como solista lo posicionaron como uno de los más grandes intérpretes del género.
Canciones como Buscando tus besos , Enamorado de ella , Hazme olvidarla yy Hipocresía formando parteforman parte de un legado que trasciende generaciones. No obstante, Volveré permanecerá como una de sus interpretaciones más emblemáticas. Hoy, esa palabra adquiere un nuevo matiz: aunque su voz ya no resonará en escenarios, su espíritu volverá cada vez que suene un merengue, en cada nota y en cada corazón que alguna vez vibró con su música.