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San Juan.– Ante la fragilidad del sistema eléctrico en Puerto Rico y la alta demanda energética prevista, LUMA Energy anunció este jueves un plan de trabajo preventivo para garantizar la confiabilidad del servicio eléctrico durante los 30 conciertos consecutivos que ofrecerá el artista Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico.
La serie de presentaciones, titulada «No Me Quiero Ir De Aquí», arranca mañana y ha vendido más de 400,000 boletos, convirtiéndose en una residencia musical sin precedentes en la isla. El evento supone además una importante inyección económica, con un impacto estimado de 377 millones de dólares y la creación de más de 3,600 empleos, según un estudio del Municipio de San Juan.
Plan especial de contingencia
LUMA, empresa a cargo de la transmisión y distribución eléctrica en la isla, detalló que ha trabajado en coordinación con agencias estatales y municipales, así como con el Distrito de Convenciones, el Coliseo y comercios del área, para asegurar el éxito del evento.
“Nuestro compromiso es claro: atender de manera proactiva las fallas de un sistema frágil, responder con agilidad en caso de interrupciones de servicio y colaborar con todos los componentes esenciales para el éxito de eventos de gran escala como la residencia de Bad Bunny”, afirmó Melissa Pueyo, directora de Cuentas Clave de LUMA.
Acciones realizadas
Según la empresa, las siguientes acciones ya han sido implementadas:
- Inspección de subestaciones eléctricas en San Juan, especialmente en zonas cercanas al Coliseo y hoteles.
- Reparación de puntos calientes en la red, con el fin de prevenir fallos prolongados.
- Remoción de vegetación en áreas críticas de distribución.
- Activación de brigadas de respuesta inmediata desde junio, con rutas de acceso rápido a puntos estratégicos.
- Coordinación para despliegue ágil en caso de averías, incluyendo planes de transporte y logística para el personal técnico.
Antecedentes: Red eléctrica en crisis
Puerto Rico enfrenta desde hace años un sistema eléctrico deteriorado, con apagones frecuentes y una escasa capacidad de generación. Estos problemas se agravan durante el verano, cuando el aumento del consumo energético pone a prueba la ya frágil infraestructura.
En ese contexto, la serie de conciertos de Bad Bunny no solo representa un reto técnico, sino también un compromiso simbólico y económico para las autoridades y empresas involucradas.
