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La activista climática Greta Thunberg y varios integrantes de la Flotilla de la Libertad fueron deportados a Francia tras ser interceptados por la marina israelí en aguas internacionales. El grupo se dirigía hacia la Franja de Gaza con el objetivo de denunciar el bloqueo impuesto por Israel y entregar ayuda humanitaria, cuando su embarcación fue detenida por las autoridades israelíes.
Según fuentes oficiales, la interceptación se produjo a pocas millas náuticas de la costa israelí. Las fuerzas navales abordaron la embarcación y escoltaron a los activistas hasta el puerto de Ashdod, donde fueron detenidos temporalmente y sometidos a revisión de documentos. Posteriormente, se inició el proceso de deportación, que culminó con su traslado a territorio francés, país desde el cual habían zarpado.
La presencia de Greta Thunberg en la misión generó una amplia cobertura mediática y reacciones internacionales. Diversas organizaciones de derechos humanos han condenado la acción de Israel, mientras que las autoridades israelíes defienden su derecho a impedir lo que consideran una violación de su soberanía marítima. El incidente vuelve a poner en el centro del debate la situación humanitaria en Gaza y las restricciones impuestas por el Estado israelí.
