En respetuosa respuesta a JOSÉ ORTEGA Y GASSET

Por Valentin Medrano Peña

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“El hombre es él y sus posturas ante cada circunstancia, y estas, las circunstancias, no le podrán definir, sino las actitudes que muestre ante aquellas circunstancias, que tenderán a sacar a flote su templanza, su responsabilidad y su honor. Lo otro es pura justificación”.

Mi disquisición no es en el contexto del filósofo español en su frase: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”, la que plantea una relación indisoluble con las circunstancias y una acción, salvarlas para salvarse. En tanto que el sentido dado a la expresión en nuestro lar es uno muy diferente, como si el hombre debiera ceder, no salvar, a estas circunstancias a las que se ve sometido, como si tuviéramos justificado nuestro accionar si nos dejamos arrastrar por las circunstancias, lo que se ha pretendido norman o adoquinan nuestras respuestas.

Las circunstancias se plantea como un acto de oportunismo, en el que no se cede, se provocan las circunstancias para justificar la acción querida, pero se aduce a ellas para conformar al pequeño hombre interno que murmura en la cabeza interior y a los demás, los otros.

Empero, no son las circunstancias sino las acciones las que nos definirán, y si bien algunas constituirán atenuantes, dejarán en los evaluadores la obligación de cernir las circunstancias queridas, las provocadas y las imposibles de resistir.

Para Ricardo Nieves, Fabián Melo, Candido Simón, Héctor Guerrero Heredia, Juan Manuel Morel y todos los que aman la filosofía.

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