Por Emanuel Peña, Santo Domingo, R.D.-En un movimiento que ha sacudido el ámbito de la cooperación internacional, Elon Musk, a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), bloqueó una subvención de 1.75 mil millones de dólares que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) había destinado a GAVI Alliance, una organización global que trabaja en la distribución de vacunas en países en desarrollo.
GAVI Alliance, también conocida como la Alianza para las Vacunas, es una organización fundada en el año 2000 por la Fundación Bill y Melinda Gates, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF, el Banco Mundial y otros socios. Su objetivo es mejorar el acceso a vacunas en los países más pobres del mundo y fortalecer los sistemas de salud para prevenir enfermedades infecciosas.
La subvención original ascendía a 2.63 mil millones de dólares, de los cuales se habían desembolsado ya 880 millones. Sin embargo, el proceso de financiamiento fue interrumpido tras las acciones de DOGE, lo que impidió el pago del monto restante. Este bloqueo se enmarca dentro de la estrategia impulsada por Musk y la administración de Donald Trump para reducir el gasto en ayuda exterior y reasignar recursos a prioridades nacionales.
Musk ha expresado abiertamente su rechazo hacia USAID, calificándola como una «organización ineficiente» y asegurando que su cierre es inminente. En febrero de 2025, declaró que era «hora de que USAID desapareciera», lo que ha generado una fuerte controversia tanto dentro como fuera de los Estados Unidos.
El cierre de USAID y la suspensión de sus desembolsos han generado un impacto significativo en diversas organizaciones no gubernamentales que dependían de estos fondos. GAVI Alliance, que tiene un rol clave en la vacunación global, ha sido una de las más afectadas por esta decisión. Sus representantes han manifestado su preocupación, señalando que la cancelación de los fondos pone en riesgo programas esenciales de inmunización en países de bajos ingresos.
El Congreso de los Estados Unidos y organizaciones internacionales han comenzado a presionar para revertir la medida, argumentando que estas subvenciones no solo benefician a naciones en desarrollo, sino que también fortalecen la seguridad sanitaria global. Sin embargo, la administración Trump y Musk han mantenido su postura firme sobre la reducción de la ayuda exterior.
Un juez federal recientemente dictaminó que la disolución de USAID podría violar la Constitución de los Estados Unidos y emitió una orden judicial para bloquear temporalmente más recortes en la agencia. Aun así, el futuro de la organización y de sus subvenciones sigue en el aire, dejando en incertidumbre a múltiples beneficiarios alrededor del mundo.