El derrumbe

Las organizaciones que sustentan una forma de vida se pudren, su sangre adquiere sífilis y se tornan, como el cuerpo humano, incapaces de engendrar nuevos y sanos Seres. Entonces las naciones se corrompen y los imperios, sin importar cuán poderosos son, o han sido, se derrumban.

La sangre del imperio norteamericano está afectada por una sífilis tan horrible que un hombre condenado por 34 delitos, que organizó el asalto de sus propias instituciones y que desconoce toda forma institucional amenaza con ganar las elecciones del venidero cinco de noviembre. La popularidad de Donald Trump se debe al hecho de que quienes están gobernando entienden que la única forma de preservar el imperio es provocando una tercera guerra mundial. Calculan que todo ocurrirá en Europa/Asia, que China y Rusia barreran con Europa, pero que ambos poderes quedarán en tan mal estado que les llevará mil años recuperarse, si es que alguna vez lo hacen. Esa gente habla de una nueva Bíblia, de una nueva Sodoma y Gomorra.

Pero, como dice el viejo refrán: ¡Una cosa piensa el burro y otra el que lo apareja! Los que barrieron a Sodoma y Gomorra tampoco sobrevivieron. China y Rusia saben que las guerras son incentivadas por el sifilitico imperio, así que no le perderán y no le pierden ni pie ni pisada. SOLANO de San Miguel puede profetizar que si se arma una tercera guerra mundial Washington no sobrevivirá aunque desaparezcan China y Rusia.

Recientemente los dominicanos hemos podido ver lo que ocurre en un cuerpo cuando azota la sífilis. La semana pasada el PLD expulsó de sus filas a Carlos Amarante Baret. La sífilis ya dejó al PLD sin cerebro y, ahora, como rata de cloacas, se come el cuerpo.