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Miami (EE.UU.).– El Gobierno de Estados Unidos anunció la implementación de un programa piloto de 12 meses que permitirá exigir una fianza de hasta 15,000 dólares a solicitantes de visas B-1/B-2 (negocios o turismo) provenientes de países con altas tasas de estadías prolongadas no autorizadas.
La medida, anunciada a través del Departamento de Estado en el Registro Federal, aún no especifica qué países estarán sujetos a esta condición, aunque se indicó que el listado será publicado en una fecha posterior.
«Los funcionarios consulares podrían requerir a los solicitantes de visas de no inmigrantes que paguen una fianza de hasta 15,000 dólares como condición para la emisión del visado», establece el documento oficial.
El programa estima que unos 2,000 solicitantes enfrentarán este requisito, con una fianza promedio de US$10,000. El monto será reembolsado en su totalidad a quienes demuestren que no permanecieron en EE.UU. más allá del tiempo autorizado.
Contexto de la medida
Esta política fue propuesta durante la administración del expresidente Donald Trump, con el argumento de que más de 500,000 personas excedieron el tiempo permitido por sus visados en el año fiscal 2023.
«El Departamento manda un mensaje a todos los países para que tomen acciones inmediatas para incentivar a sus ciudadanos a cumplir con la ley de inmigración de Estados Unidos», señala la notificación oficial.
La medida se suma a otros incrementos de tarifas migratorias introducidos recientemente, como una “tarifa de integridad de visa” de al menos 250 dólares para visitantes extranjeros y nuevas tarifas para solicitantes de asilo, que ahora deben pagar US$100 por la solicitud inicial y otros US$100 por cada año que esta permanezca pendiente.
En 2024, Estados Unidos emitió cerca de 11 millones de visas de no inmigrante, según cifras oficiales del Departamento de Estado.