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Santo Domingo.– El presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED), Celso Marranzini, ofreció detalles este miércoles sobre la situación actual del sistema eléctrico nacional, destacando avances importantes en la reducción de pérdidas, mejoras en la gestión y estabilidad general del servicio, aunque reconoció que persisten retos por resolver.
Marranzini explicó que la medida de suspender el suministro eléctrico en sectores que no pagaban por el servicio fue implementada como un “experimento” que produjo resultados positivos, al contribuir con la reducción de pérdidas. Sin embargo, admitió que debió ser suspendida por afectar también a usuarios cumplidores.
“Definitivamente funcionó bien porque eran sectores que no pagaban energía y eso redujo las pérdidas. Pero ese sistema tenía un problema, en esos sectores también había personas que sí pagaban. Esa es la parte injusta, por eso lo suspendimos”, puntualizó.
El ejecutivo informó que en sustitución de esa práctica, las empresas distribuidoras aplican ahora interrupciones focalizadas, dirigidas a circuitos específicos, y continúan los esfuerzos para formalizar a los usuarios ilegales, lo que ha generado una ampliación de la base de clientes.
“Se han creado más clientes, se ha tenido más duración del servicio. Las pérdidas no se reducen de la noche a la mañana, pero las cosas van mejorando”, afirmó Marranzini.
El titular del CUED destacó también que actualmente las distribuidoras enfrentan menos problemas logísticos y de escasez de materiales. Sin embargo, advirtió sobre contratistas adjudicados en procesos de licitación que no han iniciado operaciones.
“Si no entran en los próximos días, cancelaremos sus contratos”, advirtió.
Marranzini sostuvo que el sistema eléctrico nacional se mantiene completamente estable, y como respaldo citó una encuesta reciente que establece que apenas al 0.5% de los dominicanos les preocupa el tema eléctrico.
“Mientras hay países que enfrentan apagones completos, nosotros no”, agregó.
No obstante, reconoció que el costo de mantener la estabilidad del servicio sigue recayendo sobre el Estado, debido a los usuarios que no pagan por el servicio, generando una carga financiera que debe ser cubierta con fondos públicos.
Finalmente, detalló los niveles actuales de pérdidas por empresa distribuidora: EDENORTE con un 20%, EDESUR con un 28% y EDEESTE con un 54%.