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Seúl. Corea del Norte realizó un test con misiles estratégicos de crucero bajo la supervisión del líder Kim Jong-un, en lo que representa su primera actividad armamentística tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Amenazas de Pionyang
En un comunicado difundido por la agencia estatal KCNA, el régimen norcoreano advirtió a Estados Unidos que enfrentará “las contramedidas más duras” si no respeta su soberanía e intereses de seguridad.
La prueba, llevada a cabo el sábado, busca incrementar la capacidad estratégica de Corea del Norte frente a “enemigos potenciales” y responde al “entorno cambiante de seguridad” en la región, según informó KCNA.
Críticas a maniobras conjuntas
En paralelo, el Ministerio de Exteriores de Corea del Norte criticó a Estados Unidos y Corea del Sur por sus recientes ejercicios militares conjuntos, calificándolos como provocaciones que podrían generar una respuesta contundente.
Contexto de tensión
Este anuncio ocurre en medio de un contexto regional marcado por el endurecimiento de posiciones. Corea del Norte ha reforzado su retórica militar, mientras EE.UU. y Corea del Sur continúan con maniobras para garantizar su seguridad frente a posibles agresiones del régimen de Kim Jong-un.
La comunidad internacional sigue de cerca estas acciones, que podrían escalar aún más las tensiones en la península coreana.
