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Google ha comenzado a probar la integración de anuncios en las respuestas IA de Google , un cambio que marca un antes y un después en la forma en que los usuarios interactúan con el buscador. Esta iniciativa se está realizando de manera limitada en mercados como Estados Unidos y España, donde ya se han visto las primeras señales del experimento dentro del llamado Modo IA , la interfaz conversacional impulsada por el modelo Gemini.
El movimiento consiste en añadir tarjetas publicitarias dentro de las respuestas generadas por inteligencia artificial. Estas tarjetas se muestran al final del texto elaborado por el algoritmo, acompañadas de la etiqueta “Patrocinado”, lo que indica que se trata de contenido pagado. Aunque Google asegura que esta señalización será clara para evitar confusiones, el hecho de que los anuncios aparezcan integrados dentro de lo que el usuario asume como una respuesta objetiva ha encendido el debate.
La incorporación de anuncios en las respuestas IA de Google no es una sorpresa total. El negocio principal de la empresa sigue siendo la publicidad digital, y con el avance de la inteligencia artificial, el tráfico tradicional a páginas web desde los resultados clásicos de búsqueda ha disminuido. Con la irrupción del Modo IA —que responde directamente sin necesidad de que el usuario navegue por enlaces— Google corre el riesgo de afectar ingresos multimillonarios. Por eso, la llegada de publicidad a esta nueva interfaz podría verse como un movimiento lógico para sostener su principal fuente de monetización en un entorno tecnológico que cambia rápidamente.
En las primeras pruebas, las tarjetas promocionadas muestran productos, servicios o enlaces comerciales que se ajustan al contexto de la pregunta que realizó el usuario. Por ejemplo, si alguien consulta sobre “cómo elegir una laptop para diseño”, el Modo IA elabora un texto explicativo y agrega al final uno o varios anuncios relacionados con equipos recomendados por marcas que pagan por aparecer en esa posición.
Aunque este tipo de publicidad contextual ya existe en los resultados de búsqueda tradicionales, la diferencia radica en el modo de presentación. En los resultados clásicos, los anuncios están claramente separados, aparecen arriba o abajo y son fáciles de distinguir. En el Modo IA, en cambio, los anuncios se integran dentro de la respuesta generada por inteligencia artificial, lo que podría llevar a que el usuario los perciba como parte del contenido informativo.
Esta situación ha generado inquietudes entre los analistas, quienes advierten que mezclar información y publicidad dentro del mismo bloque puede afectar la transparencia y la confianza del público. También surge el temor de que, en el futuro, las respuestas de la IA puedan priorizar contenido comercial por encima de información objetiva, dependiendo de quién pague más por aparecer en ese espacio privilegiado.
Por otro lado, hay quienes ven esta prueba como parte natural de la evolución del buscador. Google ha sido históricamente innovador en la forma de presentar información y de monetizar sus servicios, y en un contexto donde la inteligencia artificial comienza a reemplazar parte de la experiencia tradicional de búsqueda, es lógico que aparezcan nuevas modalidades publicitarias.
La empresa insiste en que la integración sea transparente para los usuarios, con etiquetas claras y mecanismos para evitar confusiones. Sin embargo, todavía no se ha confirmado cuándo o si esta modalidad será implementada de manera global. Por ahora, se encuentra en una fase limitada de pruebas, lo que indica que Google aún está evaluando su aceptación y su impacto en la experiencia general del usuario.
La llegada de anuncios en las respuestas IA de Google abre un debate más amplio: ¿hasta dónde estamos dispuestos a permitir que la publicidad forme parte de las respuestas generadas por inteligencia artificial? ¿Podrá mantener la neutralidad informativa en un entorno donde los contenidos patrocinados se mezclan con las recomendaciones del modelo?
Dato final
Este experimento se realiza utilizando el Modo IA basado en Gemini, el modelo de lenguaje más avanzado de Google y pilar central de su estrategia de inteligencia artificial.
