|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
La cosecha de uvas de mesa en RD marca un paso significativo en la evolución de la agricultura nacional. La introducción y consolidación de este cultivo de alta demanda internacional representa una apuesta estratégica para diversificar la producción agrícola, reducir la dependencia de importaciones y abrir nuevas oportunidades en mercados de exportación.
El Ministerio de Agricultura informó que la cosecha de uvas de mesa en RD está avanzando en provincias claves como San Juan de la Maguana y Guayubín, donde se han establecido proyectos con variedades reconocidas por su calidad y resistencia. Este programa agrícola surgió tras varios ciclos de experimentación y pruebas de suelo para asegurar que las plantaciones cumplieran con los requisitos técnicos necesarios para competir en el mercado internacional.
Durante el recorrido por las plantaciones, el ministro de Agricultura explicó que el país se encuentra listo para iniciar exportaciones hacia Estados Unidos. Ese mercado, considerado uno de los más exigentes del mundo, exige estándares rigurosos en materia de inocuidad, conservación, maduración y embalaje, por lo que el inicio de estas cosechas evidencia un avance notable en la tecnificación del sector agrícola dominicano.
La cosecha de uvas de mesa en RD no solo tiene un impacto económico, sino también social. Las plantaciones establecidas en zonas rurales han comenzado a generar empleos directos e indirectos, dinamizando la economía de comunidades donde la agricultura es la principal fuente de ingresos. Las proyecciones estiman que este cultivo podría generar más de 20.000 empleos entre técnicos, operarios, personal de campo, empacadores, transportistas y personal asociado a la cadena logística.
En la provincia de San Juan, instituciones vinculadas al desarrollo agrícola han puesto en marcha plantaciones de más de 400 tareas de uvas verdes de mesa. Estas áreas están siendo manejadas bajo un sistema de monitoreo permanente, con riego tecnificado, control biológico de plagas y procesos estandarizados que garantizan frutos uniformes y aptos para exportación. El proyecto contempla expandirse a más de 1,600 tareas, lo que representaría un incremento significativo de la capacidad productiva del país.
El interés por expandir la cosecha de uvas de mesa en RD también responde a la oportunidad de convertir este cultivo en una alternativa rentable para agricultores que normalmente dependen de productos como habichuelas, plátanos o maíz. Las autoridades agrícolas señalan que la uva de mesa tiene un valor comercial considerable y abre puertas al desarrollo de agroindustrias complementarias como el procesamiento, empaquetado y exportación.
Asimismo, se ha puesto en marcha un sistema de micropropagación para asegurar plantas de alta calidad genética, resistentes a enfermedades y con mayor capacidad de adaptación a climas tropicales. Gracias a estas innovaciones, República Dominicana puede producir uvas fuera de temporada, lo que otorga una ventaja competitiva frente a otros países exportadores.
Los productores también han destacado la importancia de la ubicación geográfica del país. La cercanía con Estados Unidos permite reducir los tiempos de transporte, conservando la frescura del producto y haciéndolo más atractivo para los distribuidores internacionales. Se estima que entre abril y diciembre podrían enviarse más de treinta contenedores con uvas de mesa, lo que colocaría a la nación entre los nuevos productores emergentes del Caribe y Centroamérica.
Otro elemento clave es el impacto comunitario. En zonas como Baní, Guayubín y áreas rurales de San Juan, la instalación de proyectos de uvas de mesa ha comenzado a generar ingresos adicionales para familias que antes dependían de cultivos de menor rentabilidad. Las autoridades locales consideran que este programa permitirá elevar el dinamismo económico regional al crear oportunidades estables de empleo y fomentar la inversión privada en infraestructuras agrícolas.
La cosecha de uvas de mesa en RD se consolida como un proyecto estratégico de largo plazo. Las autoridades prevén que en tres años el país podría estar exportando de manera sostenida, alcanzando mercados de alto valor y diversificando aún más la oferta agrícola nacional. Con el apoyo técnico, la capacitación de productores y la ampliación de áreas de cultivo, este proyecto tiene el potencial de transformar sectores agrícolas completos y convertir a la República Dominicana en un referente de innovación y productividad.
Dato final
El cultivo de uvas de mesa podría convertir al país en un nuevo proveedor del mercado estadounidense, generando divisas, empleos y diversificación agrícola en zonas con alto potencial de desarrollo.