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Washington, EE. UU. – El expresidente Donald Trump ha solicitado a la Corte Suprema revisar una de sus órdenes ejecutivas más polémicas: la que pretende restringir el derecho a la ciudadanía automática por nacimiento en territorio estadounidense.
La medida busca que los hijos de personas extranjeras sin residencia legal o con estatus temporal no obtengan automáticamente la ciudadanía, a menos que al menos uno de los padres sea ciudadano o residente permanente. Este principio, vigente desde 1868 gracias a la 14.ª Enmienda, garantiza el derecho de nacionalidad a cualquier persona nacida en suelo estadounidense.
⚖️ Un debate constitucional en marcha
La iniciativa ha generado una intensa batalla legal. Diversos tribunales han frenado su aplicación argumentando que la orden vulnera derechos fundamentales establecidos en la Constitución. La Casa Blanca, por su parte, defiende la propuesta alegando que el sistema actual fomenta la inmigración irregular y el “turismo de nacimientos”.
Uno de los puntos centrales de la discusión gira en torno a la interpretación de la 14.ª Enmienda y su alcance sobre los hijos de personas no ciudadanas. Para los críticos, la medida representaría un retroceso histórico en materia de derechos civiles y sentaría un precedente peligroso sobre la definición misma de ciudadanía.
🔮 Lo que podría venir
Si la Corte Suprema acepta revisar el caso, se abriría un proceso judicial de alto impacto que podría redefinir las leyes de inmigración y ciudadanía en Estados Unidos. Una eventual aprobación de la medida tendría consecuencias significativas no solo para millones de inmigrantes, sino también para el sistema legal y el tejido social del país.
De concretarse, esta decisión marcaría un punto de inflexión en la historia migratoria estadounidense, alterando un principio constitucional que ha estado vigente por más de 150 años.