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Ante las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) y el alto costo logístico de la cerveza asiática, Rusia ha comenzado a importar cerveza de República Dominicana, específicamente la reconocida marca Presidente, perteneciente a la Cervecería Nacional Dominicana.
Según informó el diario ruso Kommersant, la empresa importadora Mirovoi Trader ha obtenido una licencia oficial para la importación de esta cerveza, según consta en la plataforma de licitaciones rusas Rossakreditatsiya.
Crisis cervecera en Rusia y nuevas alternativas de importación
El mercado cervecero ruso ha enfrentado incrementos en los precios debido a las restricciones comerciales impuestas tras la guerra en Ucrania. Inicialmente, las empresas asiáticas, principalmente chinas y vietnamitas, lograron ocupar parte del vacío dejado por los exportadores europeos. Sin embargo, estos proveedores no han podido cubrir la demanda total, y los costes logísticos siguen elevando los precios, haciendo que la cerveza importada desde Asia no sea del todo competitiva.
Para contrarrestar esta situación, distribuidores rusos han optado por explorar nuevos mercados, entre ellos el caribeño, siendo República Dominicana una de las opciones elegidas para diversificar la oferta de cervezas en el país.
Subida de precios y producción local insuficiente
El aumento de los impuestos, la inestabilidad monetaria y el alto costo de producción han llevado a importantes marcas rusas como Báltika y la Compañía Cervecera de Moscú a anunciar incrementos de precios de entre un 10 % y un 15 %.
Uno de los mayores problemas para la industria cervecera rusa es la falta de producción local de lúpulo, lo que obliga a depender de la importación de materia prima o directamente del producto final, como la cerveza Presidente.
Además, la situación se agravó con la nacionalización de Báltika, que pertenecía a la cervecera danesa Carlsberg hasta que el presidente ruso Vladímir Putin ordenó traspasar provisionalmente los activos de la compañía en Rusia bajo control estatal, lo que generó denuncias de la empresa europea acusando a Rusia de «robarles el negocio».