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Después de amenazar con imponer aranceles a Canadá y México en un intento por frenar la inmigración ilegal y el narcotráfico, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que había llegado a un acuerdo con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, para «detener la migración a través de México». En su mensaje a través de Truth Social, Trump mencionó que esta conversación significaba «efectivamente cerrar la frontera sur», calificando el diálogo como «muy productivo».
Sin embargo, Sheinbaum rápidamente desmintió la interpretación de Trump. En sus declaraciones, aclaró que la conversación había sido positiva, pero que México sigue comprometido con una estrategia integral para gestionar la migración, siempre respetando los derechos humanos. «La postura de México no es cerrar fronteras sino tender puentes entre gobiernos y pueblos», expresó Sheinbaum en un mensaje a través de la red social X.
En nuestra conversación con el presidente Trump, le expuse la estrategia integral que ha seguido México para atender el fenómeno migratorio, respetando los derechos humanos. Gracias a ello se atiende a las personas migrantes y a las caravanas previo a que lleguen a la frontera.…
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) November 28, 2024
Esta aclaración refleja las diferencias en los enfoques migratorios de ambos países, a pesar del aparente diálogo constructivo.
